Por la recesión, se desploma la venta de muebles y vehículos en Santa Fe



 El consumo de bienes durables se viene desplomando en Santa Fe. Autos, motos y muebles dejaron de ser una opción de compra para los santafesinos que comenzaron a ajustar al máximo sus bolsillos frente a la pérdida del poder adquisitivo. Esa situación se derramó a la producción y al empleo, que empiezan a resentirse.

“La caída de la demanda ronda entre un 40 o 50% y eso ya repercutió en la producción”, dijo Cesar Federici, secretario de la Cámara de la Industria Maderera y Afines de la Cañada de Gómez, uno de los polos productivos de la industria del mueble más importante de la provincia, que está segunda en el ranking nacional de esa producción.

  La compra de mobiliario y de autos había sido hasta el año pasado un resguardo de valor en un escenario inflacionario. Incluso, según detalló Federici, en un contexto eleccionario muchos consumidores previendo una devaluación adelantaron compras. “Eso traccionó el consumo hasta fin de 2023 y sostuvo la actividad”, dijo, pero cuando el gobierno de Javier Milei modificó el tipo de cambio y aceleró el proceso inflacionario, esa racha se cortó.  

 La caída de la demanda ronda entre un 40 o 50% y eso ya repercutió en la producción

“Por un lado perdimos ventas por la caída del consumo a raíz del deterioro del poder adquisitivo, y además por el parate de la construcción, que es la otra pata que tracciona la venta de muebles”, dijo el empresario.

El freno de la construcción está golpeando a toda la cadena de proveedores. Esta semana se conoció la decisión de la empresa de grifería FV que decidió suspender a 600 empleados de su fábrica de Pilar (Buenos Aires) durante casi un mes.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) muestran un derrumbe del 42,2% de la actividad de la construcción en marzo en comparación a igual mes del año pasado y un trimestre que cerró con una fuerte baja del 30,3%.

Santa Fe es la segunda provincia luego de Buenos Aires fabricante de muebles. Tiene entre 500 y 600 establecimientos que emplean a unas 5.000 personas en dos polos: uno ubicado en Cañada de Gómez, localidad ubicada a unos 70 kilómetros al oeste de Rosario, y el otro en Esperanza, en el centro oeste provincial. En el primer distrito están concentradas las fábricas de muebles planos derivados del procesamiento melamínico, y en el segundo, los elaborados con madera maciza.

Por la caída del consumo “hay varios establecimientos que están haciendo tareas de mantenimiento, hay reducción de jornadas laborales y reducción de personal especialmente contratado”, dijo Federici y planteó que “la situación es preocupante”. Por eso, vienen hace meses planteando esa crisis a través de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima).

 Hay varios establecimientos que están haciendo tareas de mantenimiento, hay reducción de jornadas laborales y reducción de personal especialmente contratado

Una situación similar experimenta la venta de vehículos 0 km, que en la provincia en el mes de abril se desplomó al punto de ubicarse en niveles similares a los registrados durante la pandemia.

En abril la venta de autos en Santa Fe volvió a retroceder y el patentamiento de vehículos 0km cayó 9,4% con respecto al mismo mes de 2023, indicó el último informe del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) que mide el pulso de la actividad en forma mensual. En el acumulado anual, la variación negativa fue del 30,2% este año respecto del anterior.

 En abril la venta de autos en Santa Fe volvió a retroceder y el patentamiento de vehículos 0km cayó 9,4% con respecto al mismo mes de 2023.  “Estos valores son similares a los que se vieron en el parate del inicio de la pandemia

“Estos valores son similares a los que se vieron en el parate del inicio de la pandemia”, indicó Celina Calore, economista titular de Ceso Santa Fe y detalló que las transferencias de autos usados mostraron una leve variación positiva de 0,7% en abril, mientras que para el período enero-abril la caída también fue significativa, ya que llegó al 15,2%.

El presidente de la regional Rosario de la Asociación de Concesionarios de la Argentina (Acara), Jorge Pesado Castro, detalló que se prevé un mercado de unas 380 mil unidades para este año “siendo optimistas” , cuando las instalaciones de las concesionarias en el país están preparadas para ventas de entre 700 y 800 mil unidades.

El número de 2024 es menor que el del año anterior que no fue bueno, pero llegó a las 450 mil unidades producidas y vendidas.

“En los primeros cuatro meses de 2024 comparados con el mismo período anterior estamos un 25% abajo”, dijo Pesado Castro aunque aclaró que hubo un leve cambio a partir de mayo cuando la actividad “comenzó a activarse muy despacio”, acompañada por reducción de tasas bancarias y el resurgimiento de créditos prendarios más accesibles.

De todos modos, para el empresario ese punto de inflexión está muy lejos de una recuperación. “La caída anualizada es tremenda y se ubica entre el 30% y 40%”, indicó.

En la misma sintonía, la venta de motos nuevas retrocedió por cuarto mes consecutivo en territorio santafesino, con una caída del patentamiento que en abril llegó al 6,9% en términos interanuales y el acumulado de 2024 arrojó una baja del 20,7%.

 La venta de motos nuevas retrocedió por cuarto mes consecutivo en territorio santafesino, con una caída del patentamiento que en abril llegó al 6,9% en términos interanuales y el acumulado de 2024 arrojó una baja del 20,7%.

En este caso, el segmento de motos usadas se llevó la mejor parte ya que las ventas subieron 15,7% respecto de abril del año 2023, y en el acumulado anual mostraron una leve variación positiva de 0,5%.

“Estamos en un contexto de recesión notable comparable, e incluso superior al 2001 con caída del salario y del consumo que en algunos bienes es increíble”, precisó el economista Juan Santarcángelo, investigador del Conicet, Flacso y profesor en la Universidad Nacional de Quilmes.

Así como planteó Federici, el economista indicó que el desplome de la actividad de la construcción además de golpear a otras cadenas productivas, generó 100 mil despidos directos, un cuatro del total de la gente que trabaja en ese sector. “En la crisis de 2001 se perdieron 50 mil y ahora en cinco meses 100 mil puestos de trabajo”, advirtió.

“La caída del consumo y de la actividad están generando desempleo y se está observando una situación parecida a finales de los años 90”, aseveró.





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