Argentina en la final del “Mundial de la Música Clásica”

No hace mucho, la nación celeste y blanca se estremecía de emoción al ver a Lionel Messi, el venerado capitán de nuestra selección, besar el trofeo de la Copa Mundial de Fútbol en Qatar. Apenas nos hemos recuperado de esa euforia colectiva, y ya Argentina vuelve a tener la mirada fija en un nuevo trofeo global. Pero, en esta ocasión, no es una cancha de fútbol lo que nos une, sino el elegante y complejo mundo de la música clásica.

Nuestro país se  encuentra nuevamente en la mira del mundo pero esta vez se trata del certamen WorldVision Composers Contest, también conocido como “El Mundial de la Música Clásica“. En este renombrado evento, nuestro país tiene el honor de ser representado globalmente por el compositor argentino Rod Schejtman, como uno de los tres finalistas del mundo. La emoción se encuentra a flor de piel, ya que el 1 de octubre se definirá el campeón mundial, marcando un nuevo hito en la historia de la música clásica contemporánea.

Qué es el Mundial de La Música Clásica:

El WorldVision Composers Contest, más conocido como el “Mundial de la Música Clásica”, es un evento de envergadura internacional que tiene su sede en la icónica ciudad de Viena, Austria, la patria de luminarias de la música clásica como Wolfgang Amadeus Mozart, Joseph Haydn y Ludwig van Beethoven.

El certamen cuenta con el patrocinio de un elenco impresionante de 60 prominentes marcas y organizaciones, incluidas Porsche, Steinway & Sons, Casio y Bechstein, así como el respaldo de instituciones culturales de la talla de PBS y la Orquesta Filarmónica de Nueva York.

Organizado por Classic@Home, una organización con un historial comprobado en la organización de eventos musicales del más alto calibre, este concurso lleva la marca de excelencia. Son los artífices detrás del exitoso WorldVision Music Contest, un certamen que durante un año rastreó incansablemente los rincones del mundo en busca de los intérpretes más excepcionales en el ámbito de la música clásica. De violinistas prodigios a pianistas consumados y chelistas virtuosos, la competencia culminó en una gala espléndida celebrada en el majestuoso Konzerthaus de Viena, Austria. Entre los participantes destacados de ese evento se encontró Pilar Policano, la joven violinista argentina que ha ganado notoriedad como la “Messi del Violín“.

Sin embargo, el WorldVision Composers Contest representa un cambio significativo en el enfoque: en lugar de buscar virtuosos de la interpretación, su misión radica en descubrir a los más grandes compositores de música clásica de nuestra era.

Comenzó mediante la selección de una élite ensamblada de los 88 compositores más talentosos del mundo, provenientes de 32 naciones distintas, a través de un riguroso proceso de calificación. La competencia se desarrolló en tres niveles estrictos: regional, nacional e internacional. Cada etapa obligó a los compositores a crear obras sinfónicas complejas que requieren una coordinación impecable de casi 100 músicos en escena.

En una era en la que las disciplinas de la orquestación, la composición y la teoría musical han evolucionado hasta convertirse en campos de especialización altamente rigurosos, cada uno requiriendo años de educación universitaria en programas académicos separados y un nivel de maestría experto, el Mundial de la Música Clásica presenta un reto excepcional. Se insta a los participantes a manifestar una extraordinaria amalgama de talentos, una diversidad de competencias que rara vez se encuentra en un solo individuo.

Los concursantes fueron convocados a cumplir múltiples roles, incluyendo los de compositores, orquestadores y teóricos musicales; y desafiados con el formidable reto de concebir no una, sino tres obras maestras sinfónicas de carácter monumental. En otras palabras, el certamen exigió a sus participantes a emular las hazañas de figuras históricas como Mozart o Beethoven, fijando así un estándar de excelencia que rara vez se encontró en la esfera musical.

Por esta razón, el Mundial de la Música Clásica trasciende la mera noción de competencia para convertirse en una plataforma dedicada a descubrir y resaltar los auténticos prodigios multidisciplinarios de la música clásica de nuestra era.

En medio de estos desafíos y requisitos casi míticos, tres compositores lograron llegar a la final del mundo tras presentar tres obras maestras sinfónicas de altísima complejidad – y uno de ellos es argentino.

Quienes son los finalistas del Mundial de la Música Clásica

Los finalistas que compiten en el Mundial de la Música Clásica son representantes de tres países: Argentina, México y Filipinas. Rod Schejtman, de Argentina, nos representa con su obra finalista “Luce Nell’Oscurità” (Luz en la oscuridad). Enfrentará a Claudio H. Martinez Garcia de México, con “Nuestro andar / Our Pace”, y a Horst-Hans Baecker de Filipinas, con “Fantasía for orchestra”. Las tres son obras sinfónicas de gran envergadura, diseñadas para ser interpretadas por aproximadamente 100 músicos en escena. Serán evaluadas por un jurado compuesto por los más destacados expertos en música clásica a nivel mundial para determinar el orden en el podio de los actuales tres ganadores mundiales.

Rod Schejtman, el compositor argentino

Rod Schejtman, el compositor argentino que representa a nuestro país a nivel mundial, se destaca en múltiples disciplinas: la música sinfónica clásica, la orquestación, la composición para cine, la teoría musical y la educación, además de ser ingeniero. Con un trasfondo único que combina sinérgicamente la precisión de la ingeniería con la fluidez de las artes, Schejtman aporta una perspectiva fresca y renovada a sus imponentes obras sinfónicas. Este enfoque interdisciplinario le ha otorgado reconocimiento global, siendo distinguido en el Mundial de La Música Clásica, al superar a reconocidos compositores provenientes de Europa, Estados Unidos, y otras partes del mundo.

En el certamen, Schejtman presentó diversas obras que ilustran su habilidad y versatilidad. Su pieza “La Magia di Vivere” es una obra sinfónica que requiere la participación de 85 músicos en escena y se presentó en una fase temprana del certamen. “Un Raggio di Sole” es un quinteto de cuerdas inspirado en el estilo clásico del siglo XIX. Pero su obra maestra es “Luce Nell’Oscurità“, una composición sinfónica de gran envergadura que demanda una coordinación meticulosa entre 80 músicos, abarcando desde una gran sección de cuerdas de 59 intérpretes, hasta una diversa gama de instrumentos de viento, metales, percusión y arpa.

Tras alcanzar la final del certamen mundial, Rod Schejtman fue homenajeado en Radio Nacional Argentina, una autoridad en la música clásica con presencia en 57 provincias, incluida la Antártida, por donde han pasado los músicos clásicos más prestigiosos del mundo. Este orgullo nacional presenció el estreno de su obra maestra “Luce Nell’Oscurità”, de 15 minutos de duración, en una transmisión en vivo que abarcó todo el territorio argentino, sin interrupciones, como parte del prestigioso programa radial  “Medianoche Digital”, conducido por Boris Laures.

Los Premios: Más Allá del Dinero

Los galardones del “Mundial de la Música Clásica” no solo deslumbran por su valor económico: 10.000 euros para el campeón mundial, 5.000 euros para el subcampeón y 3.000 euros para quien obtenga el tercer puesto. Aunque impactantes, estas cifras se ven eclipsadas por un honor aún más majestuoso, conferido por igual a los tres finalistas: el invaluable privilegio de obtener una grabación profesional de sus obras, las cuales serán interpretadas y capturadas en vivo por una orquesta sinfónica de cien músicos destacados. La magnitud de este premio adicional, con un costo estimado en unos 30.000 euros por sesión de grabación, trasciende cualquier recompensa monetaria, ofreciendo algo que el dinero simplemente no puede comprar.

Bajo la experta batuta del renombrado maestro Mikhail Golikov, los tres finalistas experimentarán la sublime emoción de escuchar sus composiciones animadas por la destreza de la prestigiosa orquesta sinfónica Digital Orchestra. Este reconocimiento no es solo una insignia de excelencia en el mundo de la música clásica; también es un logro al que aspiran infinidad de artistas a lo largo de toda su vida. Al ser inmortalizadas en una grabación de tal envergadura, sus obras no solo alcanzan un nuevo nivel de reconocimiento sino también aseguran su lugar en el legado musical que perdurará a través del tiempo.

Además, hay aún un galardón adicional reservado exclusivamente para el compositor que alcance el codiciado primer puesto: la oportunidad inigualable de presentar su obra ante un público en vivo, en el legendario Wiener Konzerthaus de Viena, Austria, respaldado por la imponente orquesta sinfónica Nova Orchester Wien (NOW). Viena, la ciudad que dio vida a genios musicales como Mozart y Beethoven, es universalmente considerada como la capital de la música clásica. Por lo tanto, al pisar este sagrado escenario, el ganador no solo será un faro de su propio talento y visión creativa, sino que también se convertirá en embajador de las esperanzas, aspiraciones y riqueza cultural de su patria, elevando a toda la nación a un plano de reconocimiento y estima internacionales.

Con el anuncio de la fecha de grabación pendiente, los finalistas esperan más que un premio; anhelan un legado en la historia. Y para el afortunado ganador del primer lugar, ese legado tendrá su inicio en el escenario más venerado de la música clásica.

Fechas Clave:

Después de sufrir un retraso debido a las tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania, el comité organizativo del Mundial de La Música Clásica (WorldVision Composers Contest) ha emitido una actualización crucial: este próximo domingo, 1 de octubre, se revelará el orden final en el podio, designando quién será el campeón mundial, el subcampeón y el ocupante del tercer puesto. Además, se espera que en esa misma fecha se revele el calendario para las ansiadas sesiones de grabación, así como los detalles para el magno evento que tendrá lugar en el legendario Wiener Konzerthaus de Viena en 2024.

Argentina en el Podio Mundial

Argentina espera ansiosamente la decisión del panel de expertos globales este domingo, 1ero de octubre. Sea cual sea el resultado, nuestro país ha logrado una destacada posición en la escena global de la música clásica, de la mano del compositor argentino Rod Schejtman quien ya se cuenta entre los tres mejores compositores clásicos del mundo.  

El Mundial de la Música Clásica, más allá de ser una competencia, es un homenaje al arte y la excelencia artística, un reto que busca descubrir a los nuevos prodigios del género.  Con este nuevo logro, Argentina se enorgullece al catapultarse una vez más al estrellato internacional —antes en las canchas de fútbol y ahora en la música clásica— demostrando al mundo que el talento argentino es polifacético y sin fronteras.

ED