La cosecha efectiva de pomáceas (peras y manzanas) alcanzaría en la presente temporada las 1,089 millones de toneladas, cifra que refleja una caída del orden del 4,4% en relación al año anterior y un incremento del 1,9% cuando se lo compara con el promedio de las últimas cinco temporadas (2019-2023).
La estadística surge de los trabajos realizados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y la secretaría de Fruticultura de Río Negro (SEFRN), con corte al cierre de agosto, y computando las ventas efectivas realizadas a los distintos canales comerciales que presentan estos productos, a lo que se le suma el stock de frío al momento del cierre del estudio.
Tal como se observa en el gráfico adjunto, los volúmenes medios de cosecha en el Valle se encuentran estabilizados en poco más del millón de toneladas, sin grandes variaciones en los últimos años salvo en 2022, temporada donde se registró importantes heladas y tormentas de granizo que terminaron por ajustar los volúmenes de producción en toda la región de Río Negro y Neuquén.
Menos manzanas en el mercado
Pero desgranado la estadística oficial por especie, se observan distintas tendencias entre lo que ocurre con las peras y las manzanas. Comencemos por estás últimas.
La cosecha efectiva de manzana, que es aquella que tuvo, tiene o tendrá algún destino comercial durante el año bajo análisis, se ubicaría en las 457.100 toneladas, cifra que refleja una caída interanual del orden del 10% y en torno al 11% cuando se toma el promedio de cosecha efectiva -con corte el cierre de agosto de cada año- de los últimas cinco temporadas (2019-2023).
Cuando se toman los valores nominales, se observa que para esta temporada se proyectan unas 50.000 toneladas menos de manzanas en el mercado respecto de lo consolidado en 2023. Hasta agosto de este año, poco más de 60.000 toneladas menos fueron absorbidas por la industria de concentrados, mientras que existen unas 9.000 toneladas más en en las cámaras frigoríficas, siempre tomando como punto de comparación agosto 2023.
«La demanda local sigue muy frenada y las expectativas apuntan a que esta tendencia no se modifique, por lo menos de aquí hasta fin de año», desatacó una fuente del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) al ser consultado por +P. Las estadísticas oficiales reflejan que el consumo interno se mantiene estable, en torno a las 150.000 toneladas al cierre de estos primeros ocho meses del año, representando el 46% del total comercializado de manzana a la fecha, siendo el restante 54% orientado a la exportación y a la industria.
Pese a que los volúmenes se mantienen en el mercado interno, los precios cayeron -en promedio y medidos en dólares- en estos primeros ocho meses cerca del 20% en relación al mismo período de 2023, tal como se refleja en el gráfico adjunto.
Preocupan los altos stocks en peras
Tomando bajo estudio la evolución que está mostrando la pera en los distintos mercados, aparece un punto que realmente está preocupando al todo el sector de la producción y que ya fue tratado en varias oportunidades en estas mismas páginas: los altos stocks que existen en las cámaras frigoríficas.
Las estadísticas oficiales muestran que la cosecha efectiva de peras -con cierre a agosto- se ubicaría en las 623.300 toneladas, volumen similar a la del año anterior y 10% superior cuando se lo compara con el promedio de las últimas cinco temporadas (período 2019-2023).
Por otra parte, la gráfica adjunta muestra la importante participación que ha tenido -hasta agosto- los stocks de peras en relación con temporadas anteriores. Este año se presenta como el nivel más alto de la última década con 92.000 toneladas almacenadas.
En relación a la evolución de los precios promedio mayoristas que han tenido las peras en el mercado interno, se observa que, a diferencia de lo que ocurre con la manzana, los valores muestran una tendencia mixta entre uno y otro año.
Los valores en algunos meses de este año han superado a los del año pasado. Sin embargo, en ambos casos siguen siendo muy bajos -en relación a los logrados por las manzanas- y hay meses en los que los precios de venta no llegan a compensar los costos de la cadena productiva y comercial.
Metodología del trabajo presentado
Los datos presentados en este trabajo se rescatan de informes oficiales realizados por el SENASA y la secretaria de Fruticultura de Río Negro con corte al cierre de agosto de cada año. Existen algunos desvíos que se deben tener en cuenta al analizar las tendencias y números finales obtenidos.
-La estadística comercial suministrada por el SENASA no contempla la oferta de fruta que se comercializa en la región patagónica. Según información del sector privado, este mercado ubicado al sur del río Colorado representa menos del 5% de las ventas totales que se orientan al mercado interno de todo el país.
-Los stocks en las cámaras frigoríficas que contabiliza la secretaría de Fruticultura de Río Negro, contemplan entre el 75% y 85% de las cámaras existentes en su territorio y no toma en cuenta las de Neuquén, que, cabe la aclaración, tienen una incidencia mucho menor.
-La comercialización de manzanas de una temporada comienza en febrero/marzo y finaliza en el mismo período del año posterior. Los datos tomados en este análisis toman como cierre en diciembre (año calendario), por lo tanto, hay que tener en cuenta que los dos primeros meses del año corresponden a la temporada anterior. En todos los años tomados se estandariza esta variante.
Independientemente de estas aclaraciones, y los desvíos que pudiesen existir, los números presentados buscan, ante todo, mostrar tendencias.