La derrota que ubicó en un lejano tercer lugar a la lista del gobernador Maximiliano Pullaro en Santa Fe fue un baldazo de agua helada para la coalición Unidos que reúne a socialistas, radicales y a los del PRO que no pegaron el salto a La Libertad Avanza.
No es para menos, a la lista encabezada por Gisela Scaglia los libertarios le sacaron 22 puntos mientras que el peronismo se despegó por más de 10 puntos, dejando a uno de los gobernadores estrella de Provincias Unidas en un incómodo tercer puesto, aunque logró llevarse dos diputados nacionales.
El resultado fue una verdadera sorpresa porque en el oficialismo aseguraban que hacían una muy buena elección en todo el interior de la provincia que les permitía compensar un menor resultado en Rosario y Santa Fe capital, los principales distritos electorales. En la previa a la elección hablaban de un triple empate. Pero no ocurrió.
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Es que el fuerte de Pullaro siempre fueron las localidades del interior provincial. Al punto tal que en 2023, cuando fue elegido gobernador, se quedó con 14 de los 19 senadores departamentales, una hegemonía inédita para un gobernador radical. Además, la UCR controla la mayoría de comunas e intendencias chicas, un poder territorial que no se reflejó en la elección del domingo. Como le pasó al peronismo en la provincia de Buenos Aires, todo indica que los intendentes no se comprometieron con la elección nacional.
Sin ganas de cargar las tintas públicamente contra los intendentes, Pullaro y Scaglia explicaron que no consiguieron romper la polarización nacional: «Los santafesinos y argentinos volvimos a dejar en claro que el kirchnerismo ya no es opción», se justificó Pullaro cuando se conocieron los resultados.
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Sin embargo, aliados al mandatario cuestionaron el resultado en el interior que en pocos lugares consiguió superar los 18 puntos que arrojó el total de la provincia. «Qué pasó que los intendentes y senadores no estuvieron en la campaña y algunos aliados como el socialismo recién aparecieron la última semana con algún posteo en redes llamando a votar por Scaglia?», se quejó una fuente del PRO en diálogo con LPO.
En Fuerza Patria sospechan que el mismo gobernador mandó a enfriar la campaña la última semana para allanarle el camino a La Libertad Avanza e impedir dividir en tercios el electorado. El análisis no lo comparten en el oficialismo: «Maxi se jugaba mucho, del resultado de esta elección dependía su proyección nacional», comentaron.
Por otro lado, un dirigente cercano a Pullaro adviertió a LPO que ahora el gobernador «va a tener que tener otro diálogo con los empleados públicos y los docentes». Pullaro mantiene una tensión permanente con los estatales, sobre todo, con los maestros que supieron ser uno de los sectores que más acompañó al socialismo durante sus doce años en el poder.
De hecho, Pullaro se irritó sobremanera durante una de las últimas caminatas de campaña cuando una docente y periodista le consultó sobre la situación de los maestros y el gobernador la toreó: «Me preguntas como periodista o como docente», le contestó.
Ahora, en la alianza política que acompaña al gobernador temen que esta tensión con los empleados públicos socave el caudal electoral del oficialismo.
Hoy los santafesinos y argentinos volvimos a dejar en claro que el kirchnerismo ya no es opción.
Desde Santa Fe vamos a seguir trabajando incansablemente con nuestro método: equilibrio fiscal, obra pública, seguridad y producción.
Para defender a Santa Fe, fortalecer al interior… pic.twitter.com/YXZRpy2mwS— Maximiliano Pullaro (@maxipullaro) October 27, 2025





